lunes, 9 de marzo de 2015

Siempre Alice, Siempre Julianne Moore

La academia de cine de Hollywood ya ha hablado, sentarnos a ver Siempre Alice, es sentarnos a ver una interpretación de Oscar por parte de Julianne Moore. La actriz demuestra en esta película que está en plena etapa de madurez y que este galardón no ha sido cosa del destino o de un golpe de suerte, sino que pone toda la carne en el asador para meterse en la piel de una catedrática de psicología a la que detectan Alzheimer prematuro a la edad de cincuenta años.

El duo formado por Richard Glatzer y Wash Westmoreland lleva a la gran pantalla la novela homónima de Lisa Genova que narra sin pelos en la lengua la crudeza del Alzheimer, una enfermedad de la que, a día de hoy, se desconoce la cura.De esta forma, Alice, la protagonista de la historia, se da cuenta de que pronto dejará de recordar quienes eran sus hijos, todos sus conocimientos de psicología o incluso en que lugar se encuentra. Todos estos ingredientes conforman, como no podía ser de otra forma, un drama en mayúsculas que también acerca al espectador una enfermedad que en muchas ocaciones tiende, y nunca mejor dicho, a caer en el olvido.





No es tarea fácil convivir con una persona que padece Alzheimer, sin duda algo que todos aquellos espectadores que hayan tenido esta experiencia conocen a la perfección. Pero para todos los que no hemos tenido esta experiencia, Siempre Alice nos pone delante lo que supone el día a día de estas personas y para los que están a su alrededor: Sacrificio, paciencia y sobre todo mucha comprensión.

Y precisamente ese es una de los puntos fuertes de esta película, llevar al espectador a preguntarse por su propia situación en caso de que fuera él mismo el que comenzara a olvidar poco a poco todos los detalles que conforman su vida y unido a esta reflexión, como lo vivirían las personas de nuestro alrededor. No estamos ante película que quite hierro a la tragedia de esta enfermedad, ni mucho menos ante una Julianne Moore que endulce esta realidad con su actuación, sin duda el plato fuerte de la película. Unos menos potentes Alec BaldwinKristen Stewart y Kate Bosworth completan el reparto de esta película, un elenco que deja a Moore lucirse y darlo todo.



No es el Alzheimer un tema novedoso en el cine, pues esta enfermedad ya ha sido tratada anteriormente por otros directores, uno de los casos más recientes, la también premiada Amor del austriaco Michael Haneke. Otras películas que han puesto de manifiesto este tema han sido la magnífica El hijo de la novia (2001, Juan José Campanella) o la película de animación española Arrugas, (2011, Ignacio perreras) un interesante largo que en 80 minutos nos cuenta además el drama de la vejez.

En resumen Siempre Alice será recordada como la película que le dio el Oscar a Julianne Moore pero es mucho más que eso, es una cinta que invita a la reflexión sobre esta clase de enfermedades y como, en muchas ocaciones, tendemos a pensar que se tratan de un problema secundario. Una recomendación de parte de este espectador: no perderse la canción que cierra la película titulada If I had a boat e interpretada por la cantante Karen Elson. 

Lo mejor: Una Julianne Moore que será difícil de olvidar.

Lo peor: Kristen Stewart, con un personaje al que da gusto odiar.  

Nota: 8/10




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