martes, 10 de marzo de 2015

Babadook: Terror made in Australia

Es complicado encontrar una película de terror actual con críticas positivas, y es aún más difícil encontrar una película de terror que cumpla una de las premisas principales de este género: dar miedo. Al ver las buenas críticas de Babadook me animé a ver el trailer con el fin de comprobar si se trataba de una película más o por otro lado aportaba algún elemento nuevo al género. Y que gran error cometí. Siempre han destacado los trailers por desvelar demasiados detalles de las películas y sin duda el de Babadook no es una excepción.

No obstante, después del visionado del trailer tuve claro que quería ver esta película, además por muchos motivos. El primero y más importante, comprobar de primera mano si la aireada calidad era cierta o tan solo palabrería, el segundo, intentar pasar miedo con una película de terror, algo que muy pocos filmes de este género consiguen y el tercero, asistir al debut como directora de la australiana Jennifer Kent.




Y es que ese ha sido sin duda otro de los puntos de Babadook que ha llamado mi atención, una película de terror dirigida por una mujer. No quiero decir que se trate de un punto negativo, ni mucho menos, tan solo que no es común ver a una mujer ocupando la silla de directora de una película de este género tan denostado. Pero esta novedad también va unida a otra ¿Cómo plantea una mujer un relato fantástico que ahonda en el género de terror psicológico?

Babadook se vale del viejo estereotipo de "El monstruo debajo de la cama", pero lo lleva un paso más allá. Esta película nos cuenta la historia de Amelia (Essie Davis) una madre que aún no ha superado el fallecimiento de su marido y tiene que ocuparse en solitario de la educación de su hijo Samuel (Noah Wiseman). El pequeño, de tan solo 6 años, vive aterrorizado por la presencia en sus sueños de un monstruo. Todo cambia cuando un día aparece un inquietante libro en su casa protagonizado por un personaje llamado Babadook. A partir de la aparición del libro, extraños sucesos comenzarán a ocurrir alrededor de madre e hijo, sucesos que les llevarán a preguntarse si efectivamente existe un ser sobrenatural acechándoles.

Que no piense el espectador que está ante una película de terror convencional, una de esas que se vale de tres o cuatro sustos fáciles para hacer saltar al público de la butaca. Babadook ahonda en la psicología de madre e hijo para transformar sus realidades en una auténtica pesadilla, uno de los grandes puntos a favor de la película.




Pero, ¿Qué actores elegir para meterse en la piel de una madre y su hijo absolutamente aterrorizados por la presencia de este ser sobrenatural? Jennifer Kent elige para esta tarea a Essie Davis y al joven Noah Wiseman, dos actores que demuestran todo su poderío con unos papeles tremendamente psicológicos y nada fáciles de interpretar. Y es que si algo se nota entre los actores que dan vida a estos personajes es sin duda química, esa química que hace falta para aportar ritmo a la película y lo que es más importante, dotarla de credibilidad, una característica que en el cine de terror de los últimos años brilla por su ausencia. 




Pero a pesar de tener muchos puntos a favor, Babadook no es perfecta. En sus 94 minutos construye unos personajes poderosos y la figura de un monstruo aterrador pero ¿No podría haber durado la película 10 minutos más para construir, si cabe, un monstruo aún más terrorífico? Es sin duda un punto que este espectador echó en falta tras ver la película: un metraje un poco más largo para terminar de repasar algunos puntos que quedan menos explicados en la película. 


Sea como fuere, Babadook se posiciona muy alto en los clásicas rankings que se ven en las revistas sobre "Películas más aterradoras" o "10 largometrajes que no te dejarán dormir". Tras la experiencia reconciliadora con el género de terror que supone el debut de esta directora australiana, solo me queda decir, por favor señorita Kent, proporcione usted más películas como esta a los fans de un género tan denostado como es el del terror. 


Lo mejor: Una experiencia que será difícil de olvidar, importante verla en el cine, con las luces apagadas.


Lo peor: Se habrían agradecido unos minutos extra para explicar mejor algunos puntos de la película. Ver el trailer antes de ver la película, desvela casi todos los puntos fuertes. 


Nota: 8/10






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