jueves, 6 de agosto de 2015

Mandarinas: El reflejo de la crueldad de la guerra

Hacía una buena temporada que no escribía una entrada en el blog, pero sin duda la película que vi ayer ha hecho que quiera retomar la actividad bloguera.  El largometraje que quiero comentar trae una título que, a priori, podría no decir gran cosa, sin embargo sus 83 minutos están cargados de mensaje, reivindicación y sobre todo humanidad.

Mandarinas es el título de la película que dirige Zaza Urushadze y nos cuenta la historia de Ivo, un hombre de procedente de Estonia que decide quedarse en una provincia Georgiana que busca la independencia. en pleno conflicto armado, Ivo recoge a dos soldados y decide cuidarlos en su casa. La situación se tensa todavía más cuando se descubre que estos soldados pertenecen a sendos bandos en dicho conflicto.






Rara es la ocasión que podemos ver un largometraje procedente de las Repúblicas Bálticas Europeas. Mandarinas demuestra que estos países tienen mucho que decir sobre su historia, su cultura y, desafortunadamente, sus conflictos. El director Zaza Urushadze pone de manifiesto esta realidad que muchas veces parece pasar desapercibida, es decir, la cruda realidad de una guerra ¿Quiénes son las verdaderas víctimas de los conflictos?

En tono claramente anti belicista, la película parece responder a esta última pregunta y lo hace de una manera muy contundente: Como dice una famosa frase, "En la guerra no hay vencedores, solo hay vencidos", no solo ya por los soldados que se juegan la vida en el frente, sino por todos aquellos a los que la guerra les afecta sin tener nada que ver con ella.



No obstante, a riesgo de parecer prepotente con su premisa y mensaje, Mandarinas es una propuesta modesta. A pesar de su carácter bélico, poco se acerca a las míticas películas del género como Salvad al Soldado Ryan o Enemigo a las puertas.

En resumen, una película anti bélica, contada de una manera diferente. Un filme que reivindica humanidad y nos pide que no olvidemos quienes son las verdaderas víctimas de las guerras.

Lo Mejor: Recibir propuestas de los países Bálticos con esta fuerza y esta contundencia.

Lo Peor: Lo rápido que, probablemente, vaya a pasar desapercibida.

Nota: 8/10


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